jueves, 8 de octubre de 2015

Delicioso sabor… rebosante de toxicidad



Nutrapédica es nutrición terapéutica


Dr. Giovanni Zapata Gutiérrez
Especialista Terapias Alternativas 
Nutrición Terapéutica


Delicioso sabor… rebosante de toxicidad
     Averigua cuáles son los peores ingredientes y aprende a leer etiquetas

La gente se queja que cuida su alimentación pero no se salva de subir de peso y tener problemas metabólicos como colesterol o azúcar elevado, la culpa parece ser de los aditivos aplicados a los alimentos industrializados, que los hacen ricos pero tóxicos, ¿solución? Aprender a identificar en las etiquetas los aditivos nocivos, para evitarlos



  • -       Monoglutamato sódico (MSG). Estimula el gusto, hace que la comida sea
    más sabrosa pero se limita la capacidad de las neuronas de establecer nuevas conexiones y nuestra capacidad cerebral depende en mucho de esas uniones entre las células del cerebro. Puede desatar reacciones alérgicas, incluyendo el asma. Se sabe que estimula el apetito y contribuye al aumento de peso. Aparece en las etiquetas bajo distintos nombres como ácido glutámico, extracto de levadura, proteína hidrolizada, extracto de proteínas vegetales, extracto de levadura, glutamato, ácido glutámico, caseinato de sodio, proteína texturizada, aislados proteínicos de soya, malta de cebada, caseinato de calcio, extracto de malta, realzante de sabor.
    Se encuentra en aderezos para ensaladas, yogur bajo en grasa, carnes enlatadas, comidas congeladas, papas fritas, sopas enlatadas y galletas y lo peor, ya está en venta en Colombia en los supermercados, en polvo, para añadírselo a las comidas.
  • -    Aspartame. Es un endulzante que no aporta calorías, hasta ahí bien,
    pero, como el anterior, el aspartame sobreexcita el cerebro y puede precipitar síntomas como dolores de cabeza, mareos, visión borrosa y trastornos gastrointestinales. Se usa en productos “light”, refrescos y bebidas, goma de mascar sin azúcar, yogur, mentas para el aliento, desayunos instantáneos, postres congelados, bebidas de jugo, y gelatinas.
  • -       Jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF). Otro de los compuestos
    usados para endulzar comidas en remplazo del azúcar. Se puede encontrar en las etiquetas como azúcar de maíz, glucosa / fructosa, jarabe de alta fructosa, jarabe de inulina de maíz, iso-glucosa y fructosa de fruta. El pero es que casi todos se hacen a partir de maíz genéticamente modificado. Es una enormen fuente de calorías en la dieta y se ha demostrado que contribuye a la ganancia de peso y al desarrollo de diabetes. Además es  un importante contribuyente a las enfermedades cardiovasculares, la artritis, la resistencia a la insulina y elevación de los triglicéridos y el colesterol LDL – colesterol malo-.
    Se encuentra en: gaseosas, aderezos para ensaladas, panes, cereales, yogurt, sopas, embutidos, salsa de tomate y las salsas de condimentos preparados.
  • -       Colorantes artificiales. Al procesar industrialmente la comida, ésta pierde sabor y color, lo cual resuelve la industria añadiendo colorantes artificiales alimentarios. Los colorantes más utilizados, rojo 40, amarillo 5 y amarillo 6, estos colorantes alimentarios están relacionados con problemas de salud que van desde el cáncer y la hiperactividad a la alergia, como la hiperactividad y déficit de atención en niños. No es más sino mirarlos después de haberse comido una golosina coloreada.
    Un estudio en The Lancet (McCann et al., 2007, 370 (9598): 1560-7) indicaba que estos colores o combinaciones, junto con el conservante benzoato de sodio, podían haber sido la causa del aumento de la hiperactividad en los niños. Los seis colores se encuentran normalmente en productos alimentarios y bebidas, como productos de confitería, postres, panadería y refrescos.
    En las etiquetas se relaciona como color caramelo, FD & C Azul # 1, azul brillante FCF, azul brillante, azul # 2, Ingtotine, azul real, rojo #3, eritrosina, rojo FD & C # 40, Rojo Allura AC, Amarillo 5 y 6, FD & C, Fast Green, Green Sea, por nombrar algunos.
    Lo contienen bebidas gaseosas, golosinas, productos horneados, cereales, barras energéticas, postres, mermeladas, pan, macarrones con queso, carnes frías, glaseados, algunas preparaciones de condimentos, comida rápida, helados, sorbetes.
  • -       BHA y BHT
    El butilhidroxianisol (BHA) y el butil hidroxitolueno (BHT) son conservantes que se utilizan en muchos alimentos para evitar la oxidación y extender la vida útil de los alimentos, el pero radica en que forma en el cuerpo, compuestos potencialmente cancerígenos.
    Se encuentra en cereales, salchichas, perros calientes, empanadas de carne, goma de mascar, papas fritas, cerveza, mantequilla, aceites vegetales, cosméticos y alimentos para animales.
  • -       Nitrito de sodio y nitrato de sodio
    Son productos químicos estrechamente relacionados se utilizan para conservar la carne. En algunas personas, que tienen problemas digestivos, flatulencia e indigestión, estos nitratos se convierten en nitrosaminas, sustancias que alteran las células del intestino al punto de facilitar el cáncer.
    Puede aparecer en las etiquetas como salitre y se  encuentran en embutidos, tocino, jamón, salami, carne en conserva de cualquier tipo, como los perros calientes; el paté, carne enlatada (salchichas de Viena, jamón), salmón ahumado, pescado seco, carne seca.
  • -       Bromato de potasio, se utiliza como aditivo para aumentar el
    volumen de las preparaciones, como en panes, tortas y harinas. Aparte de sus potenciales efectos dañinos sobre oído y riñón, al ser transformado dentro  del organismo se convierte en un disruptor endocrino, es decir, altera los procesos hormonales del cuerpo.
    Se encuentra en la mayoría de los productos horneados comerciales. También es común en la harina, y se encuentra en algunas marcas de crema dental y enjuague bucal como antiséptico.
  • -       Hormona Recombinante de Crecimiento Bovino (rBGH) es una versión genéticamente modificada de la hormona de crecimiento natural producida por las vacas. Se utiliza para aumentar la producción de leche en las vacas lecheras, por la acumulación en los órganos humanos ha sido implicada como precipitantes del cáncer de mama, colon y próstata. No hay obligación de declarar en la etiqueta que la leche la tiene
    Se encuentra en todos los productos lácteos que no están específicamente etiquetados "No rgBH o rBST".
  • -       Aceite vegetal refinado. incluyendo de soya, maíz, cártamo, canola, maní, ajonjolí, girasol, etc.
    Lo que no es bueno es que los aceites refinados de cocina se hacen mediante procesos mecánicos y químicos que extraen el aceite de las semillas. El proceso de refinación también utiliza disolventes químicos y altas temperaturas, además de desodorizado y blanqueado, todo lo cual afecta negativamente el contenido de vitaminas naturales y minerales de las semillas. Se proclama que son ricos en omegas, lo que no aclaran es que cuando son ricos en Omega-6 en mayor proporción que el omega 3, tiene efecto pro-inflamatorio lo cual hace que las enfermedades en desarrollo como hipertensión arterial o ateroesclerosis o diabetes o artrosis, entre muchas, se desarrollen con más facilidad y agresividad. Por si fuera poco, contribuyen a alterar triglicéridos y azúcar pues inciden  en la respuesta a la insulina.
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Conclusión: ante este panorama pareciera que la única solución es dejar de comer pero, en principio, la defensa es leer con cuidado las etiquetas y si no lo puede entender no lo coma.

Si a pesar de todos los esfuerzos se nos cuelan algunos esperpentos escondidos, que no faltan, la única forma de protección efectiva es el consumo regular de verduras y frutas orgánicas y de cultivos de agua limpia que barren los tóxicos y los sacan del organismo


Dr. Giovanni Zapata Gutiérrez
Especialista Terapias Alternativas
Nutrición Terapéutica
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